Anselmo Carretero, federalista segoviano, y yo
Conocí a Anselmo en México en 1995 y, entonces, empezó mi vida castellana, aunque hubiera estado muchas veces antes en Sepúlveda, Riaza, la capital y por supuesto en las montañas del Guadarrama, donde veraneaban mi abuelo y mi padre en su juventud.
Anselmo me recibía en su casa y asistía a mis conferencias y presentaciones en el Ateneo. Me trataba como al hijo que no tuvo y se alegraba de compartir identidades como la castellana, la socialista y la de historiador.
Me regaló todas sus obras y compré su último sobre los orígenes y decadencia de Castilla. Su idea sobre la nación de naciones fue asumida brevemente por Peces Barba y el Psoe en 1977 aunque era historicista y bebía en los escritores de la novela de España. Era un regionalista republicano, en realidad, que concebía a España como una super nación con muchas naciones basadas en los reinos alto medievales de origen leones o aragonés.
Le traté a menudo hasta su muerte en 2002 dando el pésame su hija en el Colegio de México donde realizaba una estancia de un curso. Su primera mujer era hija del veterinario leonés, diputado , embajador y presidente del gobierno de la república en el exilio, Félix Gordón Ordás, y sus vivencias en guerra también eran objeto de mi investigación. Anselmo había visitado México en 1936, desempeñando la gestión del cifra del Ministerio de Estado en guerra. Su pensamiento ha sido reivindicado a menudo por los socialistas federalistas, en especial, por los socialistas catalanistas. Representa una cierta idealización del carácter libertario de los repobladores del condado de Castilla, antigua Cantabria, frente al feudalismo goticista de León. Por cierto, el primer rey de Castilla fue una concesión del rey de Navarra, casado con la condesa castellana. Por su lado, Gordón dejó el legado de unas voluminosas memorias con recopilación documental.