IX CONGRESO INTERNACIONAL
Asociación de Historiadores del Presente
EL ÁMBITO DE LO POSIBLE. CRISIS Y RECONSTRUCCIONES EN EL ÚLTIMO MEDIO SIGLO (1970-2020)
Mesa 1: Abdón Mateos López y Guillermo León Cáceres: Las izquierdas parlamentarias: transformaciones ideológicas, políticas y orgánicas
Desde el retorno de la democracia a España en la segunda mitad de los años setenta del pasado siglo, los partidos se han configurado como un elemento esencial del sistema político, desempeñando tareas esenciales. En el campo ideológico de la izquierda destaca por su importancia política e institucional, el PSOE, que gobernó el país durante dos etapas diferenciadas, el largo ciclo liderado por Felipe González, y el más precario parlamentariamente, gestionado por José Luis Rodríguez Zapatero. Por otra parte, tanto el PCE como Izquierda Unida han experimentado profundas transformaciones durante las últimas décadas. Por último, la irrupción de PODEMOS en la escena política el año 2014 ha transformada el panorama político de la izquierda parlamentaria, aunque su corta trayectoria hasta el presente dificulta historiarla.
Esta mesa aborda diferentes aspectos de estas izquierdas parlamentarias y se invita a historiadores y científicos sociales a analizar varias vertientes. Por un lado, las transformaciones ideológicas de estas organizaciones, desde la evolución hacia el modelo socialdemócrata del PSOE, el eurocomunismo al que se adhirió el PCE, o el impacto del final de la Guerra Fría y la globalización en la reordenación ideológica de estas organizaciones. Por otro lado, las crisis de liderazgo experimentadas por estos partidos, desde la dificultad para sustituir la carismática jefatura de Felipe González, y la introducción de fórmulas de elección, como las primarias, inéditas hasta finales del siglo XX; hasta el largo camino para liderar la izquierda a la izquierda del PSOE, que encarnó Julio Anguita, y las dificultades para relevarlo, una vez abandonó la primera línea de la actividad política. En tercer lugar, otros aspectos destacados de la vida interna de estas organizaciones como la conformación y actividad de las corrientes internas; así como refundaciones y escisiones que han experimentado.
Vega Rodríguez-Flores Parra (Universidad Complutense de Madrid)
Propuesta de Comunicación. Título: Transformaciones ideológicas y conflictos internos en el socialismo y el comunismo durante la Transición. Más allá de la cuestión autonómica.
Resumen: La izquierda valenciana adoptó desde el inicio de la Transición iniciativas proclives a asumir una perspectiva sensible con las demandas autonomistas e incluso valencianistas. Pero este fue un tema lleno de contradicciones y tensiones internas en el seno tanto del Partido Comunista como del Partido Socialista. Ambos, partidos estatales para los cuales no fue sencillo lidiar con los conflictos identitarios que se originaron en su seno. En esta comunicación se tratará de trazar la trayectoria de unas posiciones que en gran medida se fueron improvisando y adaptando por parte de unas élites dirigentes que no respondieron de manera homogénea ante los retos autonómicos hasta la aprobación del Estatuto de la Comunidad Valenciana en 1982.
Por otra parte, además de las dificultades ideológicas y estratégicas que tuvieron que afrontar estas formaciones valencianas, de cara a la conciliación de los intereses y los planteamientos entre dos esferas interrelacionadas, la estatal y la territorial, hay que sumar los conflictos internos que se produjeron en ambos partidos durante esta etapa. En este sentido, las dificultades que el proceso autonómico valenciano estaba provocando en la sociedad y la política de este territorio, supusieron un escenario perfecto en el que las diferentes corrientes internas dentro del socialismo y el comunismo dirimieron conflictos que tenían que ver con cuestiones ideológicas relacionadas con la problemática identitaria, pero no sólo. Desde conflictos generacionales, ideológicos, organizativos, de liderazgo y personales se dieron cita en una etapa en la que se utilizó la problemática nacional, en ocasiones, como excusa para afrontar cuestiones de otra índole.
Alfredo Liébana (Universidad Politécnica de Madrid)
Propuesta de Comunicación. El PSOE EN LA UNIVERSIDAD: Los orígenes de la ASU, dela legalización del PSOE a los primeros gobiernos socialistas (1976 A 1985).
La ASU aparece cuando finaliza el régimen franquista y va recuperándose la democracia, al ser éste un proceso evolutivo, ganando parcelas de libertad, requiriendo una acción política continuada. La anterior estructura del PSOE en Madrid eran los frentes de lucha sectorial, que se transforman en agrupaciones de carácter territorial tras la legalización, la ASU nace recordando la ASU histórica de 1956, como un instrumento para realizar acción política en la Universidad en ese período de transformación. La ASU tiene voluntad de aglutinar a profesores y estudiantes, como ocurría anteriormente en el frente de lucha de la enseñanza. Pero se producen distorsiones con las Juventudes Socialistas como organización en muchas facultades, al existir diferencias en las prioridades y en el lenguaje utilizado, pero a pesar de ello se mantiene la separación.
Es una organización,la ASU, que evoluciona desde una acción reivindicativa para la construcción política general en España, a una mayor participación en la estructura normalizada de la Universidad, lo que condiciona su transformación progresivamente de una organización fundamentalmente más estudiantil a una organización con connotaciones más profesionales, además forzada por la composición de los claustros constituyentes, y que resulta variable en su influencia en cada Universidad en los procesos de elección de rector: 1976 en la Complutense, 1978 en la Autónoma y 1980 en la Politécnica.
Inicialmente es una organización muy inestable, ya que los estudiantes más comprometidos están relacionados entre sí en entornos humanos de edades similares, lo que dificulta su continuidad, mientras se va dando progresivamente una mayor presencia de profesores, lo que termina produciendo una mayor estabilidad. Este proceso de cambio tiene lugar cuando una parte significativa pasan de ser PNNs a funcionarios, tras una acción reivindicativa y organizativa, lo que se refleja en la formación de los departamentos, mientras que las referencias en los estudiantes eran las facultades, pasando por lo tanto los profesores de un proceso sindical a una actividad más política.
La ASU nace con vocación de ayudar a una mayor implicación política de profesionales de formación universitaria en el futuro en un partido de base de trabajadores fundamentalmente manuales.
Vicente Javier López López (UNED)
Propuesta de Comunicación. Título: Zapatero: partido y ciudadanía en el marco del socialismo cívico en el horizonte del siglo XXI.
La Comunicación pretende abordar las cuestiones señaladas en el título desde que en julio de 2000, y contra todo pronóstico, José Luis Rodríguez Zapatero es elegido Secretario General del PSOE en el XXXV Congreso Federal, el primero donde los votos de los delegados eran individuales. Un cambio que ya estaba produciéndose en el seno del partido, que posteriormente continuaría en el sistema de primarias para la elección de candidatos y candidatas de todos los niveles, y que después han sido adoptadas en buena parte de las organizaciones políticas españolas; además, otros cambios como las listas abiertas y la apuesta definitiva para asegurar la participación de las mujeres; así como una manera de gobernar que rompería los estereotipos de liderazgos fuertes y pondría en valor a la ciudadanía.
La base ideológica y organizativa de la etapa de Rodríguez Zapatero al frente del PSOE queda reflejada en la Conferencia Política celebrada en Madrid los días 20 y 21 de julio de 2001 y que tuvo como Coordinador principal a José Blanco; y a Jordi Sevilla como coordinador del documento político y a Gloria Calero del documento orgánico.
Su carga ideológica se asienta en el socialismo cívico, de la vieja y fuerte tradición republicana europea, que había rescatado Philip Pettit en su obra “Republicanismo. Una teoría sobre la libertad y el gobierno”, que nos recordaba y proponía la reformulación de cuestiones como que el socialismo es libertad; la búsqueda de la cobertura de las necesidades básicas de los ciudadanos; la reinvención del gobierno junto aun nuevo estilo de gobernar o el compromiso decidido con el medio ambiente. Y todo ello sin olvidar la carga internacionalista asentada en su proyecto sobre “diálogo entre culturas”, y que se vería reforzada en su primera decisión como Presidente de Gobierno al ordenar la salida de las fuerzas militares españolas de la guerra de Irak.
César Luena (Universidad Carlos III-CIHDE) y Antonio López Vega (Universidad Complutense de Madrid)
Propuesta de Comunicación. Título: De Borrell a Sánchez: 20 años de transformaciones democráticas en el PSOE.
Tras el XXXIV Congreso del PSOE, celebrado en Madrid en 1997, la dirección liderada por Joaquín Almunia, sucesor de Felipe González, decidió iniciar un proceso de legitimación de su liderazgo ante la militancia que, probablemente sin saberlo, iba a inaugurar un periodo de profundas transformaciones internas y democráticas en la formación socialista.
Dicho proceso se basó en la convocatoria de unas elecciones primarias para seleccionar al candidato a la presidencia del Gobierno. El PSOE recuperaba así algunas de las dinámicas de su funcionamientos en etapas anteriores, en las que el sufragio directo de la militancia predominaba sobre el indirecto o representativo a través de delegaciones.
En esas primarias venció Josep Borrell, cuya condición de no favorito de las estructuras de poder orgánico pareció ser beneficiosa para él, iniciando así una tónica habitual en el partido en los siguientes años y en todos los niveles del mismo.
La espita de las primarias provocó que en la etapa de Zapatero el partido, además de renovarse, sintiese la necesidad de emprender reformas modernizadoras y profundizadoras de su democracia interna, como por ejemplo impulsando la generalización de las elecciones primarias para las distintas candidaturas electorales.
Ya en la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba, se dio un paso decisivo al extender esa cultura de las primarias, mediante el voto directo de toda la militancia, a la elección del secretario general del partido, completándose dicha decisión con una amplia gama de medidas en esa misma dirección, auspiciadas ya por Pedro Sánchez en sus dos mandatos: la aprobación del código ético, el reglamento interno que desarrollaba los procesos de primarias del PSOE a todos los niveles, el proceso de primarias abiertas para elegir a los candidatos a la presidencias autonómicas y a la presidencia del Gobierno, el proceso de primarias internas para elegir a los candidatos municipales en las ciudades de más de 20.000 habitantes, la realización de la primera consulta a la militancia para decidir algo tan importante como un pacto de gobierno y, por último, la utilización del voto telemático con plenas garantías, con una primera experiencia en la consulta a la militancia para decidir sobre los acuerdos de gobierno.
En definitiva, desde aquellas primarias celebradas en 1998 en las que Josep Borrell salió victorioso, hasta la elección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno 20 años después, en junio de 2018, han transcurrido 20 años de reformas internas que han supuesto una evidente modernización del PSOE, pero, sobre todo, una profundización en su funcionamiento democrático interno.
Nuestra propuesta de comunicación pretende analizar en detalle esas reformas y su contexto histórico, ya que, de facto, han supuesto un incremento considerable del poder de la militancia en un partido político en el panorama español y también han contribuido a que las periódicas renovaciones de los liderazgos del PSOE se hayan consolidado con nuevas victorias electorales y con el regreso del partido al poder.
David Velázquez (UNED).
Propuesta de Comunicación. Título: La Federación Socialista Madrileña en las décadas de los ochenta y noventa. La estabilidad y el acceso al gobierno autonómico.
La FSM vivió en la década de los ochenta del siglo XX una situación de estabilidad que contrastaba con la vivida en la década anterior. La ruptura del sector crítico y la falta de entendimiento con el sector de la Tercera Vía, o sector puertista, permitió la llegada de Joaquín Leguina a la secretaría regional en 1979. Se inauguraba a partir de esos momentos una etapa de entendimiento y colaboración con la dirección socialista, desterrando antiguos enfrentamientos, por parte de una de las federaciones más importantes del Partido, tanto en número de afiliados como en la aportación de diputados al Congreso.
La estabilidad se fundamentó en el control orgánico de la Federación que llevó a cabo el equipo de Leguina y al acceso al poder institucional de la recién creada Comunidad Autónoma de Madrid. Los diversos sectores de la Federación convivieron, al menos durante los años ochenta, en una situación de relativa calma. Enemigo del sectarismo, Leguina integró tanto en sus ejecutivas como en las listas electorales, a miembros de los sectores madrileños socialistas, contribuyendo, de esta forma, a la pacificación interna. Esta situación de tranquilidad, rara avis en el socialismo madrileño, terminó a raíz del enfrentamiento entre renovadores y guerristas a finales de la década. Leguina, firme defensor de la necesaria renovación que debía llevar a cabo el Partido, se convirtió en uno de sus más significativos portavoces.
El segundo pilar de la estabilidad se basó en el acceso al gobierno de la CAM. Entre 1983 y 1995 los socialistas madrileños ocuparon el poder regional, contribuyendo a la creación y consolidación de la autonomía madrileña sobre la base de un conjunto de políticas que abarcaron todos los aspectos de la región. Al tiempo que los socialistas madrileños llevaron a cabo esta labor, iban perdiendo apoyo electoral. El subsistema político madrileño demostró la ligazón que le unía con el nacional, con quien compartía espacio, haciendo casi imposible separar ambos ámbitos. Condicionado por la situación que vivió el Partido en la década de los noventa, más que por desméritos propios, en 1995 se perdió el gobierno autonómico. El PSOE madrileño pasó a la oposición, situación que se mantiene hasta la actualidad
Gaizka Fernández Soldevilla (Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo)
Propuesta de Comunicación. Título: El nacionalismo vasco heterodoxo en la historia reciente. ESEI, EuskadikoEzkerray EuskalEzkerra
Siguiendo la clasificación del profesor José Luis de la Granja, podemos dividir el nacionalismo vasco en tres corrientes. Una, la radical e independentista. Otra, la moderada y pragmática. Y, por último, la heterodoxa, que defendía un nacionalismo progresista, integrador, no aranista, con una concepción no esencialista de la patria, con un proyecto autonomista en el marco de una España democrática y que tendía a aliarse con fuerzas no abertzales de izquierdas. Esta vía heterodoxa estuvo encarnada por algunas personalidades en la Restauración, Acción Nacionalista Vasca en la II República, la Guerra Civil y el exilio durante el franquismo, ESEI, Euskadiko Sozialistak Elkartze Indarra (Unificación de los Socialistas de Euskadi),entre 1976 y 1981,Euskadiko Ezkerra (Izquierda de Euskadi)desde 1982 a 1993 y su epígono Euskal Ezkerra (Izquierda Vasca) entre 1992 y 1994.
En esta comunicación se analizará la historia reciente del nacionalismo vasco heterodoxo en la España de la Transición y la democracia parlamentaria, su evolución ideológica, su discurso, su papel institucional, sus alianzas estratégicas, sus sucesivas crisis y la disolución de las siglas que personificaban esta corriente política. Se prestará una especial atención a la trayectoria de EE, el partido abertzale heterodoxo más importante. Su proceso de desacralización le llevó del leninismo al socialismo, del apoyo a la violencia al pacifismo y del independentismo al nacionalismo autonomista e integrador. Culminó en 1993 cuando EE convergió con elPSE, Partido Socialista de Euskadi, para dar lugar al actual PSE-EE.
Luca Costantini (Universidad de Bolonia)
Propuesta de Comunicación. Título: Podemos: auge y caída de la ‘nueva izquierda alternativa’
Podemos nació en 2014 como movimiento político bajo la fórmula de la “candidatura de unidad popular”. Se convirtió en partido meses después, tras el éxito electoral en las elecciones europeas. Nacido como plataforma al uso de un grupo de jóvenes dirigentes de IU que querían afianzarse en ese partido, se convirtió en el fenómeno político más relevante de los últimos años, llegando incluso a luchar con el PSOE por la hegemonía de la izquierda.
La formación, liderada hasta mayo de 2021 por Pablo Iglesias, se ha diferenciado de los demás partidos emplear de manera innovadora las redes sociales: nuevos lenguajes y un estilo más táctico que estratégico han sido durante años la receta de su éxito. En lo ideológico, los fundadores de Podemos se han inspirado en las experiencias de la izquierda populista de América Latina, pero también de fenómenos populistas europeos, sobre todo en su relación con la televisión.
Podemos ha logrado conectar con millones de persones de manera muy transversal: su granero de votos está formado por jubilados y jóvenes, y cubre todos los segmentos de la sociedad. La etiqueta de partido de protesta o de los indignados que sirvió en un primer momento para describirlo se ha revelado hoy equivocada. Podemos es un partido de masa, aunque la imposición del liderazgo vertical de Iglesias ha conllevado un viraje desde el partido atrápalo-todo de Errejón hacia la izquierda clásica poscomunista. Esa evolución, el temor a una caída repentina y los efectos de su nacimiento sobre el PSOE de Pedro Sánchez merecen un análisis político e histórico que aborde la actividad política nacional de Podemos en sus siete años de vida.
Guillermo León Cáceres (UNED-CIHDE)
Propuesta de Comunicación. Título: El PSOE de los años ochenta y el fracaso del partido de alas: la efímera experiencia de Democracia Socialista.
Resumen: El PSOE de los años ochenta, asentado en el gobierno del Estado y en gran número de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas desde inicios de la década, dejaba atrás los turbulentos conflictos orgánicos e ideológicos generados en el partido durante la transición a la democracia. Unos conflictos que culminaron en la llamada crisis del marxismo y el proceso de ajuste ideológico, que asimilaba doctrinalmente al partido a los partidos socialdemócratas occidentales, producido hacia el final de la década de los setenta y principios de los ochenta.
Sin embargo, una de las consecuencias de las luchas internas de la transición fue el surgimiento de Izquierda Socialista, corriente que aglutinaba a buena parte del sector marxista derrotado en el Congreso Extraordinario de 1979, y el reconocimiento a nivel normativo interno de la posibilidad de estructurar el partido en corrientes ideológicas. En ese contexto normativo, formalmente garantista, surgió Democracia Socialista, una corriente de efímera trayectoria que refleja con claridad, tanto la conformación orgánica del partido, como su escasa flexibilidad interna. El contexto político en el que nace Democracia Socialista está marcado por las contradicciones que experimentan el partido y la militancia socialista ante algunas políticas públicas que desarrolla el PSOE en el poder y que erosionan sus bases ideológicas, políticas, militantes y electorales. Asimismo, el grave enfrentamiento entre el gobierno y partido, por un lado, y el sindicato socialista UGT, por otro, supone el tensionamiento del proyecto político socialista y abre grietas de orden ideológico y político, que son transitadas por sectores militantes descontentos con el estilo de gestión interna, dirigida por un “guerrismo” refractario al modelo de corrientes. Democracia Socialista reunió a parte de estos sectores descontentos en un proyecto que, cuando apenas echaba a andar, fue desmantelado.
María Castaño Gómez (UNED)
Título: “La izquierda: ¿feminista?. Cambios orgánicos y políticos en los partidos para la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres”
Resumen: Numerosos estudios inciden en el impacto que el movimiento feminista y sus reivindicaciones ha ocasionado en la política, fundamentalmente en los partidos de izquierdas.
Las primeras iniciativas dirigidas a promover la mejor representación de las mujeres en órganos políticos fueron auspiciadas fundamentalmente por unos pocos partidos en Europa. Estos partidos han puesto en marcha iniciativas de diferente naturaleza, tanto en los respecta a la incorporación de la mujer a las listas electorales como a cargos de responsabilidad. Podemos encontrarnos con estrategias denominadas retóricas, que se plasman en una inclusión en los documentos, estatutos y discursos de los partidos políticos de la necesidad de la presencia equilibrada de mujeres en su seno. Se han dado también estrategias de acción positiva, que incluyen programas de formación para afiliadas, la creación de secciones específicas de mujeres y el establecimiento de relaciones con organizaciones feministas. Y, por último, cabe mencionar lo que se ha denominado como estrategia de discriminación positiva, materializadas a través de reserva de puestos en las listas electorales o de puestos en los órganos ejecutivos del partido a las mujeres.
Los pocos partidos que iniciaron este camino han tenido el mérito de producir un efecto multiplicador, al propiciar la toma de posición en el seno de otros partidos políticos que puede concluir en la adopción de medidas análogas, o en la modificación del modo de selección de candidaturas, de conformación de los órganos de dirección del partido, u otras medidas.
Abel González Fernández (UNED)
Propuesta de Comunicación. Título: La deriva ideológica de la FSA-PSOE durante los gobiernos de Pedro de Silva (1983-1991)
En 1983, la FSA-PSOE reprodujo el éxito electoral que había logrado el PSOE en las Elecciones Generales de octubre de 1982, alcanzando la mayoría absoluta en las primeras Elecciones Autonómicas del Principado de Asturias. El brillante resultado fue acogido por el partido como un respaldo claro de la ciudadanía, si bien la profunda crisis regional forzaría una confrontación del ideario y concepciones del partido con la crudeza de la realidad a gestionar.
En este contexto tuvieron lugar los principales desarrollos conceptuales de las distintas perspectivas existentes en el seno tanto del partido como del sindicato. El importante peso de las ramas sindicales de la minería (SOMA-UGT) y del metal (UGT-Metal), enraizadas en las descomunales y deficitarias empresas del INI (respectivamente HUNOSA y ENSIDESA), jugaría un papel determinante dentro y fuera del partido. Así, del mismo modo que el gobierno autonómico hubo de afrontar retos como el reequilibrio regional o la articulación de la administración autonómica, también debió de asumir una postura negociadora para con sus interlocutores en las citadas ramas sindicales. La estabilidad del gobierno se basó, en buena medida, en balancear entre los apoyos de la minería y del metal, ambas enfrentadas por los fondos vinculados a las declaraciones de Zona Industrializada en Declive (ZID) o Zona de Urgente Reindustrialización (ZUR). Cuestión que se recrudecerá con ante la adhesión de España a la CEE, o con los distintos alineamientos que se desplegaron hacia el Gobierno de España o la Ejecutiva Federal. En este sentido, destacó la vinculación de los líderes del SOMA con el sector guerrista.
Por último, otros factores influyen en la deriva ideológica de la FSA-PSOE. Y es que la acción de gobierno impulsada por Pedro de Silva y sus consejeros tuvo mimbres de social liberalismo, en un momento de completo declive de las empresas públicas de la región. A esto debemos añadir el poso intelectual de algunos de los principales actores en el gobierno, que aportó matices interesantes al ideario del partido.
La diversidad existente en el partido, cada vez más arrinconada en un escenario dicotómico minería – metal, también asiste a lo largo de los años ochenta a un declive, a pesar de los esfuerzos del secretario general de la FSA-PSOE, Jesús Sanjurjo, por mantener los equilibrios dentro del partido, así como la bicefalia con respecto al Gobierno del Principado de Asturias.